domingo, 30 de noviembre de 2008

Your Rebellion. My get away.

Así que el niño necesitaba aprender a manejar para poder escapar. Pero seguía siendo un niño como para hacerlo. Lo bueno fue que nunca dejó que tonterías como esa lo detuvieran. ¿Tonterías? Suena como una limitante bastante razonable. No, era su vida la que tenía que aprender manejar. Trabajo que ni los adultos logran (la mayor parte de los casos). Es por eso que él lo logrará, ha empezado a querer tomar la vida. "If you want something in life, reach out and grab it" lo dijo Supertramp en Into The Wild. ¿Acaso no suena eso como un buen consejo que aunque trillado, cierto? Y entonces corrió. Corrió hasta que no pudo más, entonces se detuvo y lo disfrutó. Volvió a correr después. Pasando por la vida de un montón de personas. Fascinándolas. Y después dejándolas; ellos extrañándolo. En el camino quitamos y entregamos, es el precio para conocer. Y es que tampoco se trataba de un viaje para recorrer grandes distancias medidas por millas o kilómetros. Se trataba de alcanzarse a sí mismo. Alcanzar quien realmente somos. Lo que realmente queremos. Un trabajo difícil para una sola vida. ¡No! a pesar de lo que se dice, la vida es suficiente, es larga y con tiempo. La tomas o la dejas; pero el tiempo está ahí. Tú decides qué hacer con él.

Un baile sin música. Un beso tan largo... dentro de unos segundos. Una caminata sintiendo el suelo en todo el cuerpo. El frío. El calor. No templado. Un nuevo corazón y mente en la historia de tu vida. En verdad conocer a alguien (un escritor, un amigo, a ella, a ti...). Tomarte y hacer de ti lo que te plazca. Amar. Lo que sea, pero amar. Una lista arbitraria que muchos tacharían de cursi. Lo es. Es mi vida. ¿Cuál es la tuya?

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