lunes, 15 de septiembre de 2014

A Dark Night

Conozco a alguien que se mató bebiendo. Recuerdas esa película en la que un hombre destrozado bebe hasta morir e incluso le pide a la única mujer que lo quiso en sus condiciones que nunca le pidiera dejar de beber? Este hombre no era así. No estaba particularmente destrozado, no había sido abandonado inadvertido y de hecho tenía mucho qué perder. Sólo le gustaba beber. Sí, si bebida era el Tequila, pero el Ron nunca pintó. En realidad tampoco el Vodka ni el Whisky. El alcohol, era todo para él, aunque no planeaba que lo matara.

Su mujer intentó detenerlo. No pensando que esa bebida fuera quien se lo quitaría. Antes pensó en probablemente en siete mujeres. Ninguna de ellas. Y es que hay algo que él no tenía a diferencia de aquellos que bebían como él o incluso menos. Era el cuerpo. Lo físico.

Después de beber sin querer durante dos semanas, decidió dejar de hacerlo. Pero no pudo, pues había festividades, rupturas y razones tanto para celebrar como para llorar. Así que lo hizo por unos últimos cuatro días.

Primer día, acompañado de un amigo que hacía mucho que no veía. Debía trabajar al día siguiente así que eso lo cansó.
Segundo día, visitaría a un amigo frecuente pero que su hijo recién nacido no daba muchas oportunidades.
Tercer día, la mujer que amaba lo dejó por un pleito que como muchos, empezó por una estupidez y pasó lo que pasó.
Cuarto día, festividad nacional. Esta vez estaba sólo bebiendo su preciado Tequila. Con una de esas canciones que te hacen ver todo en cámara lenta y con una melodía que sólo depara algo malo.

Disfrutó todo lo que pudo esa última canción. Massive Attack. 

Ese dolor que tal vez debía haber atendido antes, no le dio más tiempo. Creyó que dormiría un poco para luego seguir tomando. Pero ya no despertó.

Ahora muerto, daría lo que fuera por un trago más. Un último. Y recuerda esa canción tanto con aprecio como odio, que le quitó las oportunidades que aún tenía.

O fue él...

miércoles, 23 de julio de 2014

Tus pérdidas y las mías

Escuchar: Goma - Still wake up in the morning thinking of you

He perdido todo lo que tenía en la vida. Cuando no tenía nada, y cuando lo tenía todo. He despertado a lado de alguien a quien quería y me importaba. He manejado por horas sin rumbo y llegado a alguna parte donde me sentí bienvenido. He compartido con mis mejores amigos para los que yo era tan importante como ellos para mí. Es importante, porque no siempre me tocó coincidir y que alguien sintiera lo que yo sentía por estar en un mismo lugar. Me tocó sentarme solo, justo al lado de nadie y de nada. Siempre necesitando algo más y pensando que estaba completo. Me he preguntado si cuando las cosas van bien son una ilusión o fue un buen acercamiento a lo que para mí sería la felicidad desde que descubrí qué es lo que a alguien como yo hace que dejes de desear algo más sin que esto fuera parecido a la depresión de la que tanto hablan en todas partes desde hace algunos años.

Tuve la oportunidad de cantarle a alguien y que saliera mejor de lo que esperaba. Aunque también me tocó que fuera peor de lo que quería que fuera. Todo por estar dentro de su vida o la vida de alguien. Me ha tocado ser apreciado, que alguien tenga ganas de tomar mi mano por la simple necesidad de sentirme. Y esa ocasión en la que regalé un oso de peluche sin que este fuera deseado, o por lo menos no viniendo de mí, se sintió tan mal como ese mal que sentí proporcionalmente cuando me quedé sin el amor que añoraba por años y me quedé sentado en una mañana soleada sólo pensando en lo que se fue porque tenía que irse.

En un momento no era ni tan feliz, ni tan triste como algunos me reconocían; tranquilo describiría yo. Ca minando sentía que me estabas persiguiendo, tú o tal vez nadie. Aunque completamente solo, extrañamente podía sentir que estabas ahí. Nunca me dejes. Quédate siempre en mí. Lo había perdido todo completamente y aún me despertaba siempre pensando en ti. Cada mañana pensando en ti. Me sonaba tonto porque aún no existías prácticamente; y es que no existías en mi vida. Pero quiero mantenerte cerca. Y no podía evitar que sonara tan cursi como todo eso que llegué a odiar. Pero quería verte y tal vez manteniendo esa sensación así sería.

Estás aquí. No sé exactamente cómo o por qué. Dices que siempre habrá un lugar especial para mí en tu corazón. Porque siempre habrá un lugar especial para ti en mi corazón. Y por fin estoy aquí, donde esperaba estar, esta vez caminando junto a ti; sentado a tu lado por la mañana y generalmente por la tarde. Nunca me dejes. Quédate siempre en mí. El miedo de perderlo no se va, pero no es lo más importante ahora; no para ti y no para mí. No te escribí y sé que existes y eres tan real como lo que sí viví y como lo que viviste antes de mí en tu vida. Antes de que ambos existiéramos.


Amigos. La vida. Familia. Mi auto. El tuyo. Mi cama. Tus almohadas. Tu olor. Mis aventuras. Tus ideas. El llanto. Tu risa y tu sonrisa. Tus pérdidas, más las mías. Tu destino. El mío. Quédate cerca que no me moveré de aquí.

martes, 27 de mayo de 2014

Listen to: You Rascal You

Drinks the whole glasses of scotch… leave him alone. Or not… Whatever…

Heavy guitar in the background… Low lights. His sad looks don’t make him less attractive for them. Always them… please never go away or he’s gonna have to go after any other one. But not right now, first, he has to finish that drink or maybe ten, depends on the next step of the beautiful blonde on the sit by the corner. She’s been lookin’ for a while. He didn’t noticed so she came unannounced which is not a bad thing.

-You’re not a happy drunk don’t you? – she says.
- What gives you that impression – he answers while turning to her and subtly smiling.
-I’m not judging, just making an observation.
- Maybe you’re right, but I’m very flexible when it comes to my mood. Don’t let it scares you.
-Smiling too – I don’t get scared easily. In fact, I’m not afraid of… anything. – She says very close to his ear and slowly.

He takes the last drink.

Then just before the getting out of there, an incredible redhead enters like in slow motion. Looks directly to him from all across the room, walking almost running over really tough men under red light like a dream in hell, she’s decided… She gets to him and now she’s mad, really mad with that hate look. The not anymore sexy blonde gets out of there as an scared pussycat. The sexier female takes a big knife from the nowhere; touches his face softly with it; he’s not moving but not afraid either. She takes just a bit of his hair, smells it strongly, turns and go away without looking back.

He asks for another drink. Double. Drinks it in one take.

The scratchy guitar still sound in the back. And nothing changes, all over the place people trying to play some pool, kissing men and women, dancing over the tables y making pee wherever the need to do it. It’s time to go. His jacket on… and the one he was waiting for arrives exactly when he was turning to the exit door.

The brown hair, she didn’t need to move slowly, he was hypnotized… a pair of glasses before her eyes. He just puts his arm on the bar and a tequila shot reaches his hand, same that he drinks immediately. Stand up. They walk to each other at the same pace. One in front the other closely. No smiles. Not looking anywhere but their eyes. Hers some color like honey and his almost as dark as black. He takes her in his arms without asking and she takes that little jump. Hard kiss.

The love of his life.
The love of hers.
They take off.

-You took too long I’ve been besieged by a couple of lovely girls. Almost think about it.
-Sorry, I wanted you to have a little bit of fun. But you’re going to have a real one.

Walk away…

Husband and wife.