miércoles, 25 de noviembre de 2009

No como ensaldas, odio a los hippies, sólo quiero estar contigo

Y entonces me cantó una vez más
Fue al teléfono y éramos jóvenes una vez más
Su voz dulce como si la inocencia aún corriera por sus venas
Bailamos juntos a la distancia
Una vez más, sólo una vez más
Acompañame al campo del pasto seco donde te oigo reír
Seguro sonríes en estos momentos
Seguro lloras porque lloro por dentro

Te doy un beso en la mejilla y te limpias mi saliva con tu hombro
Sometimes I hate you dijo Candy
Es por eso que me recuerdas?
Es ahora que así te sientes cuando admiramos a los mimos personajes
Cuando admiramos el mismo amor
Corres y corres lejos de mí
Corro y me dirijo a ti

No como ensalada, odio a los hippies, sólo quiero estar contigo
No como ensalada, odio a los hippies, sólo quiero estar contigo
Y siempre fuimos estos dos
Los dos que no éramos uno solo, pero si un espejo
Un brillante espejo con sus secretos de magia
Ven y deja que tome tu mano una vez más
Vamos que traigo cobijas, comida y almohadas en la cajuela

Y la canción terminó

miércoles, 21 de octubre de 2009

Cuando la gravedad determina tu tiempo de vida

Y arroja una moneda al aire... lo que pase después de eso, así se quedará.

"Empiezas tu vida, pasan unos años, los primeros y ya tienes cierta consciencia de lo que puede ser tu vida; pronto yo tuve mi hipótesis. Te limitas un poco, te impulsas otro poco por otra parte y listo, ahí estás, tú y tus oportunidades de ser feliz. Pierdes unas cosas que nunca debiste perder; ganas menos de lo que merecías y ¡Bam! Te encuentras en donde nunca siquiera podías imaginar. Siempre escuché decir a la gente que la vida daba vueltas, que no la podías detener; supongo que terminó siendo cierto. ¿Cómo termine aquí? La verdad es que hay dos respuestas que podría dar y nada más: es una larga historia, o; no tengo idea. Como sea, ahora no importa, a menos que saliera de esta y me dedicara a dar seminarios de `cómo llegar a donde nunca imaginaste, sin que esto signifique algo bueno´. El título por sí solo es malo. En un momento tienes diez años pidiéndole a una niña que sea tu novia, te rechaza, y al siguiente tu vida se demorona, manejas mal la situación y estás a tres segundos de perderlo todo. Una buena razón para odiar tu vida o autocompadecerte y está listo; es todo lo que necesitas... Así que, ¿Qué voy a hacer si salgo de esta? Una moneda no tarda tanto en caer..."

lunes, 21 de septiembre de 2009

And this is the truth. Accept it NOW

- What is that you love so much about this woman?
- He body. Her face. The way she used to love me. But not any more. I mean, by the end, not even the way she looked at me showed a bit of admiration.
- Sorry, but, those things don't hear like enough reason for a person to leave everything and live in wonderland. An imaginary wondeland. Cause there's a real one, one that is possible to reach, but yours... yours doesn't feel like one of those.
- Uoh don't worry, don't hold your self back, my heart heart can take more crap.
- You don't need more reasons to stay on that distructive relation, you are screaming for reasons to convince yourself to leave it.
- Well that's waht you think, cause I feel like I could live all the circus again and again until one of both die or until she decides to open her eyes.
- Circus? that's not a good expression for what you've called the love of your life. For what I've known.
- Maybe it's not...

- I feel like I can´t fight anymore, but I can't live without it either. I can't lie, and I can't tell the truth.
- So here's what happends so you can hate it: for what you've told me, she doesn't love you. She doesn't think you're her favourite person anymore, and that have been the reallity for a long time. More than your mind could accept. You won't ever be again the man she look up to. And she doesn't leave you just because she's not better than you.
- I see... well it's been a pleasure but I have some drug addict, world hatter to visit. Thank you for your conforting words. Nothing better for a depressed man ears than the rough and direct truth. See you next time... or not, what ever.

"And my love will stay true. I will finish this before life currupts it".
One clean shot under his chean, and everything finishes ones for all. And she'll never know the world without his heart in her hands.

lunes, 17 de agosto de 2009

Is lonely out space

Un día, de pronto, decidió no amarlo más. ¿Habría hecho un daño diferente con un previo aviso? Me pregunto cómo sería una advertencia de ese tipo. Seguro tampoco habría hecho caso y el tipo del alma ahora perdida haría lo mismo una y otra vez. Intentarlo e intentarlo. Hasta que llegara al mismo punto en el que se encuentra ahora, sin ella y con su autocompasión que lo ahoga en el mar de su propio desperdicio. Pero preocuparse no debería, intenta pensar algunas de las noches en las que no cae dormido desmayando; en algún punto las cosas mejorarán, o por lo menos cambiarán... aunque claro que la posibilidad de que no sea así, está siempre ahí.

Al escuchar estas palabras de la voz de ella, que alguna vez fue consolación a cualquier jodedera, lo dejó inmóvil. Estoy seguro que la mayoría lo habrá sentido, sé que yo si. Un montón de preguntas, una idea prematura de futuro arruinado, celos, toda la pasión del amor que no sentiste y por la cual seguro te dejó; y una debilidad que podría llevar al suelo al más fuerte de los hombres; son algunas de las cosas que pasaron por su mente y cuerpo. LA mira a los ojos esperando una idea romántica: "debe ser como en "esa película", cuando lo dice sólo mintiendo por el bien del hombre que tanto quiso". Pero no hay mentira alguna en su mirada. Ahí no podría haber más cariño para él, es ahora tan vacía que logra transferir ese hueco a su pecho, donde dolerá el paso del aire por quién sabe cuanto tiempo.

"Déjala ir. No hay pregunta o comentario que puedas hacer para disminuir el impacto que su decisión irrevocable tendrá" - racionaliza.

jueves, 30 de julio de 2009

Ensueños en la tempestad

... entonces ella se dirije hacía uno de esos grandes puntos de pintura en el suelo de concreto donde dice "Punto de Reunión"; al centro de todo, donde todos la puedan ver. "¡Miren! - grita atreyendo la atención de todos. ¡En este frasco, este pequeño frasco de cristal en mi mano, tengo el alma Héctor! ¡Miren cómo me deshago de él sin piedad, y sin arrepentimiento futuro!" - arroja el pequeño frasco de cristal al suelo, se rompe y aún lo pisa para que no quede nada -.

Héctor regresa a la realidad. Sólo una ensoñación más cuando la ve por primera vez riendo y tocando el pecho de un tipo, algún tipo que él nunca había visto. Ella se percata de su mirada triste y sentenciadora. Se acerca a él. Él la ve venir, quiere irse, pero no puede moverse. Ya frente a él, la mujer que ocupó sus pensamientos, atención y corazón por varios años empieza el discurso clásico justificador y nada consolador.

De pronto y sin avisar, ella, la muchacha inocente que alguna vez fue, suelta un derechazo contra su ojo. Apenas se recupera, cuando se acerca el tipo con el que reía la mujer que caba de agredirlo y suelta un golpe firme contra su abomen. Ya en el suelo, se acerca una ex novia, una mujer a la que rechazó y una mujer que no lograba ubicar en su memoria, y lo patean sin dar señales de cansancio. No está asustado, sólo adolorido y sin poder defenderse.

Despierta sin haber cerrado los ojos. No hay nadie golpeándolo, sólo ella frente a él hablando. Sige sin poder moverse y ahora no puede siquiera escucharla. Ella mueve la boca sin parar y él no puede hacer nada para deternerla o para alejarse. Cesa la conversación la joven arreglada. Espera qué él diga algo, pero apenas y recuerda cómo es que llegó ahí y no dice nada.

Le regala una última mirada de lástima. - No se daba cuenta, pero lucía destrozado -. Toca su hombro izquierdo ahora con un poco de compasión, y sin pensar en que podría llegar a arrepentirse o extrañarlo, se va. Héctor se queda parado un par de minutos. Firme. Sin decir ni hacer nada. Sin voltear atrás y sin mirar al frente. Despues se va.

lunes, 13 de julio de 2009

Uno más de esos

... y la mujer enojada grita: "¡Sí, me lo he cogido!". La venas saltan de su cuello, su maquillaje se desliza en ríos de color negro debajo de sus ojos y por todas sus mejillas. Lo mira fijamente, como si no le importara y no sintiera culpa alguna. Él no puede demotrarlo aunque se sentiría aliviado si lo hiciera; ese dolor en el pecho es la herida que no va a sanar nunca. Lo sabe, quisiera caer al suelo y no tener que levantarse en un mes. No puede. En cambio, camina por toda la habitación, quisiera golpearla hasta que sintiera una mínima parte del dolor que él siente; es por eso que se mantiene a distancia, no sabe el alcance que su enojo podría tener en esos momentos, a partir de los cuales sabe, no podrá regresar a las oportunidades que tuvo y dejó pasar.

De vuelta con la mujer, sentada espera su castigo, sabe que merece una sansión, pero no la espera sinceramente. Poco a poco su posición agresora, como si no importara lo que hizo, se va encogiendo. Sus piernas y brazos se van juntando. Se acercan a su pecho. Él ha dejado de gritar todo lo que se le ha ocurrido para hacerla sentir culpable. Ahora está cansado y con suavidad se sienta en el mueble de ante frente a ella. Intenta idear una forma de desaparecer lo que ella ha dicho. No funciona, así que intenta encontrar la forma de hacer que no vaya a tener los efectos que tendrá en su vida la verdad que acaba de recibir. "No te puedes escapar", piensa. Ríe. La mujer lo mira extrañada.

Su esposa lo nota relajado, así que ella lo hace también. Sus extremidades están ahora en su lugar, ya no parece más una niña asustada y arrepentida. Por un momento sabe y puede sentir el dolor que le ha causado. No sabe qué hacer con eso, no dice nada y deja pasar una de esas oportunidades que ella tampoco volverá a tener. No puede creer lo que ha hecho y se quedará con eso. Sosteniéndose sobre sus rodillas, con la cabeza gacha y sujetando su cabello con sus manos, el hombre respira como si estuviera dormido. De pronto se levanta con rapidez y sale de la casa que ya no será más su hogar. La puerta la cierra sin brusquedad. La mujer asombrada, por la reacción de su impulsivo marido, sólo se queda mirando la puerta que permanece muerta, por unos minutos y después se va también.

Adiós amor.

lunes, 1 de junio de 2009

El dibujo de un escritor

Porque es verdad, nos toca morir cuando nos llega otra oportunidad. 

Los trazos serán fuertes y obscuros. Empieza a nacer la quijada, es fuerte pero aún así femenina; sólo para poder reconocer la perfecta forma del rostro que apenas nace. La barbilla es clave, parte de su personalidad está ahí aunque usualmente es en el caso de los hombres. Primeros trazos inseguros, claros, logrando punta corta y redonda, las líneas se vuelven más fuertes, dando forma al ángulo exacto para mostrar el mejor perfil de su delgado rostro. La nariz va primero, delgada a lo largo, pero al acercarse a la punta, dirigida a lo alto, se infla un poco; sólo lo suficiente para encontrarla peculiarmente hermosa. Las líneas que la conforman son hechas con mayor cuidado, debe procurar la tranquilidad de esa nariz con un rocío de pecas que tan sólo se encuentran ahí para hacerla más coqueta. La boca es inocente y modesta, ésta no sonríe pero aún así expresa el amor que morirá por dar cuando lo amerite; que aunque delgados los labios, pasión derramarán. La parte más importante de su encantadora boca viene: es ese hoyuelo entre el labio superior y las fosas nasales, muy marcado y más largo que el de las demás que no lograron liberar su inspiración aprisionada en busca de ese toque especial que llama a la admiración. La piel es lisa, pero el negro comienza a correr sin querer en sombras que él no hará desaparecer. Se ensucia un poco, pero está bien, obscuro habrá de ser. Las orejas se conectarán ahora a lo que fue el principio del dibujo improvisado, salido sólo de la memoria del hombre que una vez la vio por completo, y que no habrá de olvidar. No son proporcionadas a las perfección como el resto de los adornos de su cara, un poco extendidas, como las orejas voladoras, aunque sólo una se deja mostrar, la otra escondida al otro lado de la imagen. Una oreja ansiosa por un soplido que la despierte y la sonroje de emoción. De nuevo la intensidad en los trazos refleja el viaje que al recuerdo del hombre con la tiza de color negro. Inmediatamente y sin pensarlo, los ojos, esos ojos carentes de maquillaje que reflejan la conservada juventud e inocencia que congenia con el resto de sus facciones; éstos, más obscuros que los elementos bajo ellos, pero es que tienen una misión importante que cumplir. Una mirada algo perdida, no podría decirse con exactitud, miran abajo pensativos, entre abiertos y con una pestañas que aunque no son llamativas, cubren su función de femineidad elegantemente. Viene el iris, pero un color extraño se acerca, no es el opaco característico de la noche, es su contrario, el del día despejado sobre las montañas donde el hombre apenas ha pisado. Azul como el cielo. No era el color de los ojos que ella orgullosamente portaba, así han sido inmortalizados sin embargo. El bello sobre ese solitario par es dibujado de nuevo con extremo cuidado con el color de lo fúnebre, aunque el arte no lo fuera. Se ensucia un poco más. ¡No es perfecto, deben ser planas, con su expresión de desolación y esperanza juntas y no puede borrar! Desespera. Corren las sombras sin perder por completo el control; tras unos suspiros que hacen correr los restos del instrumento utilizado, con calma, se logra la expresión que provoca ternura en su pecho cada vez que la mira. A punto de comenzar con los cabellos, que juntos, todos amarrados con un listón que brillaban con el sol, recuerda el cuello, una fracción de él que podrá mostrar y dejar imaginar el atractivo que vendría bajo la yugular. Es delgado y con trazos salvajes para formarlo, dos líneas curvas que bajan al vacío y tan suave como lo es en realidad. El final, su cabellera algo despeinada, es el momento de ser libre, algunos se escaparán rebeldemente de la cascada que será negra sin poder lograr el castaño que va con el blanco de su piel. Unos son libres en grupo y otros son independientes y quieren volar por su cuenta. Aún así, la caída es sexy y atrevida, no cubre su rostro, se recoge sobre la oreja visible, y del otro lado cae sin reparo. Ahora ensucia el ambiente, está fuera de control, el negro comienza a dominar, y ahí está, es ella, una mujer en blancos y negros, con el rostro sucio, invadido por sombras que no logran opacar su belleza, con la cabeza gacha y sueños en sus ojos azules como el mar sin algas ni corales en el fondo.

La mujer que lo verá morir cuando regrese por él.

jueves, 7 de mayo de 2009

Escríbeme

Déjame una carta de adiós en el buzón.
Sin llamar a la puerta, sin miradas tristes.
Que hoy has roto todo lo que con trabajo extra pudimos construir.
Pasaste de mí, sobre mí, y te regodeaste en la mugre de tu victoria.
Asegúrate de dejar un recordatorio de lo que solías ser,
que después de esto, no he de volverte a ver.
No te extrañaré, pero recordarás mi admiración por ti.

Déjame en el suelo lodoso una carta de amor.
Una que me pida quedarme auque sabes que no lo podré hacer.
Que deje un poco de tu olor, que es al mimso tiempo un sueño
y una pesadilla sin amanecer.
Y es que juntos irán conmigo el enojo y la nostalgia de no verte crecer.
Sin ofrecerme tregua ni perdón, en cada apretón de manos
y cada amigable roce con una mejilla extrangera.

Esta es mi carta para ti.

lunes, 20 de abril de 2009

El caso de la mujer bola

El auto estacionado se ilumina de amarillo. Ese amarillo fuerte que es casi vulgar. Algunos autos pasan cerca; con sus luces dejan ver más de lo que el faro aclara. La figura que resalta es difícil de descifrar. Una forma deforme y sin sentido. La calle es demasiado estrecha y la civilización no parece pasar por ahí a pesar de estar delimitada por un edificio de departamentos amargos y otro edificio que da vida a un bar poco recurrido. Aunque el trayecto del camellón formado a la fuerza no es largo, no se ven personas cruzándolo para ahorrarse dar la vuelta completa a la ya de por sí, lúgubre cuadra. Una patrulla de policía pasa frente. Los oficiales en guardia ven el auto abandonado. Lo pasan de largo. Esperarán el día para indagar, pero las luces rojo y azul alcanzaron a descubrir el detalle perturbador del auto estacionado. Del mercedes que no volverá a lucir su admirable figura por la ciudad. En el interior, un cuerpo. Describirlo resulta difícil, ya que tan sólo imaginar que se puede jugar con las partes humanas de esa forma, requeriría una mente tal vez demasiado inquieta. Las piernas detrás del cuello. Ambas. Pero no el cuello así erguido. Agachada, de modo que puede alcanzar a tocar con la nariz su pelvis. Para esto, varias costillas rotas, y el cuello lesionado. Una peluca pelirroja intensifica la personalidad de la mujer desnuda. La posición dejando expuesta otra cavidad atractiva para el que después se dedujo, violador. Ambos brazos enredados en las piernas, anulando sus extremidades. Una obra de arte, diría el sujeto que la creó con lo más violento del instinto humano.

"El caso de la mujer bola", lo llamaron para divertirse e identificarlo después que lo traumático de lo visto se desvaneciera. Hasta que la insensibilidad se adueñe de la compasión humana. Ningún cambio después del curioso caso. Claro, sólo uno: Algo más interesante ha de venir después. Hasta probar los límites de la creatividad destructiva del ser humano. Un aplauso por la mente que logro debilitar a la fuerza policiaca haciéndolos vomitar sus desayunos e impedirles comer por un día entero. Sus hijas no saldrán más bailar. Sus hijos no tendrán las libertades con las que sus padres aprendieron tanto. Hasta perder el mundo que destruimos de a poco.

lunes, 6 de abril de 2009

Hopefully

Son sólo unos metros. Una sonrisa delicada nace en su rostro. Después de tanto tiempo sin una de esas, polvo debió volar con el movimiento de esas arrugas tempranas. Pronto estaría cerca de ella otra vez. Al verla entre tanta gente se detuvo. Fue ahí cuando la sonrisa nació, no antes. Ella se detuvo también. El parque en otoño resultó ser un hermoso escenario. Ella vestía un sencillo vestido de un solo color. Pegado a su cuerpo le dejó ver que aún tenía una bella figura. Su sonrisa fue más amplia. Casi una risa. Él vestía un traje azul. La corbata estaba floja. Su extraña formalidad la extrañó. La preparó para ver un gran cambio en él. Avanza él primero. Ella espera un poco. Avanza también. Ambos se toman su tiempo. Él, alternando su mirada entre el piso y ella, intenta ocultar su nerviosismo. Ella lo mira fijamente, sin mirar a otra parte y sin miedo a tropezar con alguien. Quería parecer confiada a pesar de ser igualmente invadida por nervios. Él piensa en cómo solía reír con ella. Risas inocentes y otras atrevidas. Siempre con el lado izquierdo de su boca hacia un lado, y luego hacia arriba. Ella sin intención de cumplirlos, pero sin poder reprimirlos, revive los sueños de encontrarse con él, en su vestido blanco y sencillo. Los dos planean un familiar pero poco expresivo saludo. Un sencillo beso en la mejilla. No quieren saber donde estuvo el otro. Quieren saber qué es el otro y hacia donde va. "Ojalá que nunca se me vuelva a ocurrir que puedo estar sin ella", piensa cuando está a un paso. "Espero nunca tener que querer estar sin él un solo día", ella piensa mientras extiende sus brazos. 

Así, después de contener sus ganas de sentirse felices por este encuentro sin intención alguna, no pudieron más. Al mismo tiempo, con un poco de miedo y con otro poco de confianza - de la que alguna vez hubo entre ellos -, se abrazan. Él huele su cabello. Ella huele su cuello. Se ven de frente y de muy cerca por unos segundos. Las sonrisas siguen ahí. Haciendo un ademan caballeroso él dice: "¿Vamos?". Miran hacia la misma dirección. Y caminan uno al lado del otro. Como amigos. Sólo quince centímetros los separan. Pronto se tomarán de la mano. Es otoño.

martes, 24 de marzo de 2009

El nada gracioso chiste de la humanidad

"Por el circo malvado que es nuestro mundo", dijo levantando el séptimo vaso de whisky a medio terminar. Y es que estaba desesperado como todos lo estamos. Como todos lo hemos estado. Terminamos buscando donde nada encontraremos y sin darnos cuenta de nuestro error. La pasión con la que se vivía en aquellos viejos tiempos, de hasta cientos de años atrás, parecía ahora una buena opción; aunque entonces no era tan diferente de lo que es ahora la búsqueda del placer vacío. Por lo menos la pasión permanecía. Una uva tras otra en la boca del emperador. Un mar de mujeres con poco vello en el cuerpo y nada de ilusión. Y la política destructiva, natural desde el principio en el corrompido ser humano, ya por algo más que comida. Mucho más; y mucho menos. Sin embargo, sin poder evitar perseguir esa pequeña chispa que nos haga sentir ligeramente vivos. El beso que nos despierte de la horrible verdad que debemos afrontar al despertar. Y aunque unos no la vean, ahí está. Amor, diría que podría iluminar poco a poco los grises que se dejaron venir sin avisar. Sin poder prevenir. Pero quién sería tan afortunado de encontrarlo por aquí, que pasado de moda desde el valorado Sócrates, que gustaba de engañarse a sí mismo, no ha sido encontrado sino por los elegidos. Los Beatles nos arrojaron la clave de la vida: "All you need is love", nos dijeron. Pasión, nos guiaron. Con ello se hará lo que hasta ahora, ignorarlo y vulgarizarlo. Hasta que entre todos nos acabemos unos a los otros. Y con esa soledad acompañada de todos los vicios, pecados y satisfacciones cortas, apoyándose en la barra amiga, abandonando el banco alto que aparece apartado cada noche... 

"Ahí va otro de los clichés que se encargon de hacer. Pronto todo lo será. Él es ahora parte de su odiado circo y pronto nada se escapará", dijo el vaso vacío esperando a ser recogido.

martes, 10 de marzo de 2009

The Brunette Girl

I saw her once. She was beautiful then
She's beautiful now
The most beautiful I ever saw
Her walk was soft. Slow
But not lazy
Her face was not of an angel. It was real
Amazingly real
Her white eyes were hypnotizing
Those are the most stunning eyes that my eyes caught in my life
My ridiculous life without her
It turned a little better and wiht more sense
when I met that unique girl
The dreams that I dreamed for us together...
I could never forget my love for the brunette girl that stole my heart
though I tried
I learned to live missing her. It never hurt less
It's even worst every day
The memory of her naked skin refused to get out of my mind
Her perfect skin with her imperfect and insanely attractive body
Help. I never looked for it
Nothing could help because
I saw her once
I see her now
The love of my life
The love in my heart
The light in the world
She is everything and I'm nothing without her
So now I take her forever
Now I take her for longer

domingo, 15 de febrero de 2009

Una vez más. Sólo una más

Querida _______
Esos tiempos pasaron. Está bien, nosotros no los quisimos más. Arrojamos por la borda todas las cosas brillantes que nos envolvían juntos y toda la mierda que nos impedía estar juntos también. Cómo sea, todo lo perdimos. Nos quedamos solos y abandonados en un mundo solo y abandonado por la esperanza. Al menos es así como me he sentido estos últimos años en los que tuve que aferrarme a tan sólo una fotografía tuya. A eso y nada más. Y esque por mi escritura, que es lo único que ocasionalmente hago bien, que eres la luz más hermosa y brillante que haya visto. Y por eso es que siempre quise que esos ojos fueran lo último que los míos vieran. Y hoy, hoy sé que tuvimos ese momento en el que pudimos detener las cosas; decir, "no más" e impedir que nos llevaran a no poder despertar junto a ti. Tus pies desnudos, tu cabello en todas direcciones y tu neurosis oculta tras esa deslumbrante cara dormida hacían que deseara que cada mañana fuera la última, para jamás tomar el riesgo de pasar una sin ti. Pero supongo que para nosotros, joder lo nuestro, siempre fue demasiado fácil. Así que tuve que vivir un montón de tortuosos despertares sin siquiera tener la esperanza de recuperarte. Porque tuvimos la oportunidad. Tú la tuviste. Yo la tuve. Ninguno lo pudo ver.

Aquél día en que te di esa carta, una no muy diferente a esta, te llevaste mi vida contigo. No se suponía que sucediera así. Se suponía que derías vuelta, me vieras a tan solo unos metros de distancia, resignado a tu decisión de partir; y regresarías. Me gritarías "_________, quieres venir..." y caminaríamos juntos hasta desaparecer entre la gente. Pero no lo hiciste así. No me llamaste y tampoco miraste atrás. Sé que no lo quisiste así. No importa por qué pasó lo que pasó, pero esta vez ¿qué harás?

Hoy, después de tanto tiempo, arrepentimiento y compañía sólo del alcohol, te he vuelto a encontrar _______. Esta vez no nos dejaremos escapar. Esos momentos de silecio nada incómodos, sólo mirándonos para reconocernos y darnos cuenta de esta nueva oportunidad; esos besos que al instante supimos desear y los abrazos que nos permitieron volar, deben contar para algo ¿cierto?

Llámame. Una vez más y esta vez por completo, tuyo _________.

viernes, 6 de febrero de 2009

EL REGALO: My Morning Jacket - Lay Low (empezar a leer esto a los 2 min. con 45 seg. de la canción)

El viaje en motocicleta por la carretera soleada. La carrera para llegar a "ese" lugar. El juego de tu vida. Las risas con los amigos. Un brindis por ese que lo logró. Cantando en el auto. Bailando con libertad. Su cuerpo. El primer beso. Tomarla de la mano después de meses sin sentir esa unión. Dejar caer un helado recién servido. Abrazar a tu padre. Brincar. El último beso. Estar ahí para ella. Gritar. El asombro. Llorar en ese concierto. Tocar en él. Leer un poema dedicado a ti. Escribirlo. Hacer sonreír. Girar por la colina como cuando niño. Los nervios al dudar si decirlo o no. Tu nuevo hijo. Mirarla a los ojos y saber que es para siempre. Pisar las hojas secas. La miel en tus manos. En tu corazón. Ser suyo y ella de ti. Cuando estas solo en un lugar desconocido con la mochila en un hombro. EL premio. La consolación. El ondeo de las manos despidiéndose. La espera. La llegada. Ella. Una nueva oportunidad. Una disculpa aceptada. Atreverte. La nariz sucia de la más bella. Reírte de tu caída. El regreso de tu amigo. El último día de tu vida. El primero. Los viejos tiempos. Los nuevos. La inspiración. La felicidad en tu pecho. Un suspiro. El arte. La experiencia que cambia tu vida. Vivir a través de tus favoritos. Tus logros. La ternura por tu abuelita. La borrachera. El anillo. Tu comida favorita. Conocerla. El te quiero de tu madre lejana. Cuando son hermanos. Te amo. El aire que te hace volar. Esa canción. Esta canción. El regalo. Este regalo. De la vida. De él para ella. Para el mundo. Que vuele todo. Que vivamos. Que nos permitamos. 

Y esto me hace volar. Que esto los haga volar. Este último regalo que él le dio. Para ella. Para el mundo. Para ustedes. Él la alcanzó, pero ella no se quedó.

EL REGALO: My Morning Jacket - Lay Low
(empezar a leer esto a los 2 min. con 45 seg. de la canción)

martes, 3 de febrero de 2009

Run For Your Life

Tener más sexo que nunca en su vida; aún así no siendo mucho. Más besos, esos sí sin limite alguno. Siempre tan fanático de las mujeres, sus mujeres; como misógino. Aparente misógino. Es sólo que se odiaba a si mismo y lo transfería a ellas. Las dueñas de su mente. Su corazón. Ninguna una simple persona. De todas enamorado, aunque no perdidamente como de ella; por diez minutos o tal vez un poco más. Tal vez un año entero, tal vez un día más. Sólo de ella para siempre y sin poderla alcanzar. Se le adelantó, él la empujó y ahora el correr tras ella sin la constancia necesaria como para ganar esa maratón, se le va la vida, se le van las demás. Se le va ella y no parece que la quiera alcanzar. Todas esas mujeres. Todo ese alcohol. Toda esa fiesta y distracción lo han ayudado a dejar de pensar en el fin prematuro, y de hecho han logrado crear la ilusión de comodidad. Pero sin ella... sin ella, no esta completo y no es correcto. Cómo desperdiciar el amor verdadero e inagotable que comienza a acabarse en este mundo lleno de mierda. Que cada vez se las ingenia de más formas para arruinarse a si mismo. 

Iría por ella, pero la soledad ha debilitado demasiado su alma y ya no sabe como ser el muchacho soñador que fue antes de ser todos los demás que vinieron después. No más mujeres, no habrá de hacer más daño del que ya hizo alguna vez ni a si mismo ni a ellas. El alcohol, será provisional. Un cigarrillo más.

Ella no vendrá por él. Él tendrá que ir por ella. 

miércoles, 28 de enero de 2009

Solo uno más de todos los demás

Uno más de sus personajes. No sólo a los que él ha dado vida, es también todos aquellos que lo llevaron por ese camino. Unos más reales que otros. Unos que pasaron por su vida y otros que nunca sabrán lo que significaron para él. De una forma u otra, todos lo formaron. Y más que eso, él se convirtió en todos y así, por ende, en ninguno de ellos a la vez. Cómo habría podido ser todos ellos aunque fueran tan parecidos. Aunque todos hayan tenido la misma fucked up life, jamás uno igual que el otro. Jamás uno podría ser al mismo tiempo que el otro. Pero eso nadie se lo advirtió y los tomó a todos. ¿Significaría eso que se convirtió también en todos los demás escritores que creando personajes formaron su vida? Le dolería pensar que así fue. Así que nunca lo vio de esa forma. Evadiéndose a sí mismo fue como logró sobrevivir a casi cada etapa de su nada aprovechada vida. Es probable que aunque hubiera escogido a sólo uno, al mejor de ellos, todo hubiera terminado igual. Todos algo jodido debían tener para ser los escogidos. Ser él mismo, tal vez habría resultado mejor. Pero ¿cómo saber quien eres, si no lo que resulta de todo lo que pasó por tu vida, frente a tus ojos y atrajo tu atención lo suficiente como para que consideraras imitarlo? Seguro todo esto no lo decidió. Seguro al principio no le quedó de otra, y al crecer y notar tu desorden, comenzó a elegir. Sin que eso significara que saldría mejor. Y seguro aún peor.

Así se dedujo que esa inestabilidad en su mente, esa inquietud en sus decisión, la trajo consigo la indecisión de quién sería. El momento de elegir quién queremos ser nos llega a todos. Unos lo retrasan demasiado, hasta comprobar la mierda que la falta de decisión puede traer. Otros, justo a tiempo. Lo que lo arruinó a él, fue eso. La fascinación por el juego de personalidades, la inmadurez y su mente creativa sin control.

Ella tendría que venir por él y sacarlo de ahí. De si. 

miércoles, 21 de enero de 2009

I've seen love, and I follow the speed of starlight

When is it going to stop hurting?
You may not want to hear this, but if you're lucky, NEVER.

jueves, 15 de enero de 2009

...And wemen you have no self control... (parte 1)

Tal vez debería de dejar de arrastrar a los demás conmigo. A las demás. Seguro es tarde ya para varias de ellas. ¿Es tarde ya para mí? Hay errores que no tienen remedio ni vuelta atrás. Si, si logras crecer un poco más, a lo mejor te des cuenta de que algo anda mal y cambies tu ocio por algo que produzca algo que no sólo provoque que las cosas se pudran a tu presencia. Tuve la oportunidad y la tomé. Mi esfuerzo, mi esperanza, mis ridículos propósitos de año nuevo y mi atención cambiaron a otro panorama. Al que nunca debió desaparecer. Yo lo hice y lo logré... al menos por un tiempo. Es entonces cuando llegan las consecuencias. ¿Qué tal que para ellas no había vuelta atrás o que las consecuencias para ellas fueron más pesadas, al punto de romper eso que mantenía su equilibrio (o lo mejor que pudieron alcanzar) y no podrán seguir como tú lo intentaste? Así mi "equilibrio" se desvaneció con los estragos del daño que hice. Así fue para ella también. Ahora ninguno de los dos podrá tener lo mejor que pudo lograr ya que esos errores con lo que no se puede hacer nada para borrar o curar, nos alcanzaron. Me alcanzaron. Sería estúpido pensar en lo que pude evitar... Sólo puedes desear que de forma milagrosa desaparezca de tu vida este tumor que acaba de aparecer para deshacer tu logro de permanecer sobrio de negatividad. Egoísta, si. Inevitable, también.

No piensas bien las cosas. Ni siquiera el mal que te haces. Así que haces lo que crees que resulta mejor para tu estado apático. Malas elecciones siempre surgen de esto. Podrás evitarlo, negarlo o hasta olvidarlo pero ¿cómo saber que no te perseguirá por siempre? Que te dejará seguir con los planes débilmente planteados en lo que creíste. "Corre, y nunca regreses". O, regresa por lo que te pertenece.

Esta es diferente a todas las estupideces que has hecho. En esta se puede sentir que representará un cambio importante. Tú lo puedes olvidar, seguir sin él, sin ella; lo sabes después de haberlo pensado un poco. Pero ella... ella no te dejará libre, no más. Las mujeres quieren algo, como sea lo deben tener. Tuvo lo que quiso en ese momento, y ahora tendrá lo que quiera tener. Con autocontrol se habrían evitado muchas cosas. Su enojo, su deseo, su libertad, sus vicios, sus impulsos; ¡mujeres no tiene autocontrol!

...and wemen, you have no self control
the angels remark outside, you are known for insatiable needs
I don't know a thing

viernes, 2 de enero de 2009

Un Corazón Volador

Canciones de carretera. Tu automovil. Tus pensamientos. Una fotografía enfrente (obscura, naranja, o clara, no importa). Y tú. Inevitablemente sonríes; si, no es momento para hacerlo, pero tampoco lo puedes ocultar. Es esa parte de la vida que no te permite dejar escapar eso que siempre te ha gustado y que aunque algunos acontecimientos desafortunados te han hecho olvidar esa parte, no desaparecerá dejándote sin ese fresco suspiro. Esas canciones y esa fotografía están para darte el aliento que aunque no te saca de la angustia, te hace sonreír, querer estirar los brazos, sentir como el viento empuja uno de ellos. Manejas por sólo un momento con los ojos cerrados. Nada malo te puede pasar en ese instante, porque solo es eso, tan solo un instante. Abres, después, lo ojos y ves el atardecer, la mañana, la neblina, las estrellas, lo que sea que esté ahí... lo respiras, lo sientes. Y has escapado. Pero rápido se va, es tuyo sólo para que no se te olvide, para que lo puedas reproducir a voluntad para hacer de tu vida lo que realmente deseas, no lo que ahora parece que quieres. Está en ti, aún tienes ese corazón volador. Aún está en ti, pero fue guardado...

Lástima, esa fracción de alegría no te da las fuerzas suficientes como para dejar en lo que te has convertido. Aún así, ahí está, te diste cuenta. Un poco más y ahí estarás. En ese momento que durará un poco más. Y si tienes un poco de suerte, y haces las cosas bien, esos diez minutos, serán diez años.