jueves, 7 de mayo de 2009

Escríbeme

Déjame una carta de adiós en el buzón.
Sin llamar a la puerta, sin miradas tristes.
Que hoy has roto todo lo que con trabajo extra pudimos construir.
Pasaste de mí, sobre mí, y te regodeaste en la mugre de tu victoria.
Asegúrate de dejar un recordatorio de lo que solías ser,
que después de esto, no he de volverte a ver.
No te extrañaré, pero recordarás mi admiración por ti.

Déjame en el suelo lodoso una carta de amor.
Una que me pida quedarme auque sabes que no lo podré hacer.
Que deje un poco de tu olor, que es al mimso tiempo un sueño
y una pesadilla sin amanecer.
Y es que juntos irán conmigo el enojo y la nostalgia de no verte crecer.
Sin ofrecerme tregua ni perdón, en cada apretón de manos
y cada amigable roce con una mejilla extrangera.

Esta es mi carta para ti.