Camina dramáticamente bajo la lluvia. Quisiera decir que lo aprendió de una película, pero ahora se trata de autodestrucción. Éste no es el que fue, pero ella lo dejó. ¿O fue él el que lo hizo? Esa es probablemente la pregunta que lo destruye más.
Su chaqueta de cuero está casi arruinada por todo lo que la ha hecho pasar. No se pregunta muchas cosas que no giren en torno a ella y los recuerdos interminables de cuando la tenía; pero en ocasiones se pregunta si es eso a lo que llaman depresión lo que lo tiene en ese estado de adormecimiento.
El muchacho fue feliz antes de ella y aún más cuando ella llegó. Fueron un par de años maravillosos. Sus similitudes y discrepancias hicieron de su relación algo apasionante. Viva. Así que se disfrutaron todo lo que pudieron, hasta que no pudieron más. Como es de esperarse en la vida, las peleas estuvieron presentes durante ese tiempo, pero digámosle, de manera normal. Pero sin darse cuenta cuál fue el punto de quiebre la violencia los alcanzó. Y es entonces, ahí... En esos meses de soledad se ha preguntado incansablemente, tratando de recordar lo que pasó. ¿Fue él? ¿Fue ella? En algún punto se perdió en su enojo y el otro en su desesperación. Un golpe lo cambia todo, no ya un insulto. PEro una evidente demostración de daño mueve las cosas a un lugar del que ya no pudieron regresar.
Fue cuando ella ya no volvió cuando él emprendió su viaje. Uno no muy bien planeado, pero eso no era lo importante; sólo no estar ahí lo era. Cuando las banderas cambian sus colores el lenguaje lo sabe...
Fueron meses fuera y en todas partes. Rodeado de gente con diferentes procedencias y con personas momentáneamente interesadas en su historia; un acostón ocasional, excesiva ingesta de alcohol, un poco de droga, y se convirtió en la versión de él mismo más sola de lo que antes había estado o sentido. Cuando casi la puedes tomar de la mano, nunca realmente acompañado. Entre trenes y caminatas largas. Entre bancas de parques y hoteles baratos. Entre vagabundos y mujeres hermosas. Todo, para nada. Para el joven que una vez fue y que ya no es.
La barba crecida. Un olor que un baño cada tres días ya difícilmente quita. Y un dolor que no lo deja. Cuando tomó todo su dinero, sus ropas más resistentes y recuerdos de ella que ha quemado en el camino, intentaba huir, no era como en ocasiones lo fue, un grito de atención. Pero es que cuando tu soledad te sorprende descuidado y los pensamientos son incontrolables que el hombre se encontró desprotegido contra sí mismo. Culpa. Melancolía. Tristeza. Enojo. Autocompasión. Odio. Amos. Extrañar la que fue tu casa. Olvidarse a sí mismo era la única opción para escaparse de todo ello; y fue lo que hizo. Yo y tal vez muchos hubieran pensado que dormir sobre basura, acostarse con mujeres penosamente desagradables y sucias, terminar inconsciente en lo desconocido; desaprovechar oportunidades de apreciar el mundo o la vida; sentirse asqueado por la imagen en el espejo, sería suficiente para darse cuenta, pero él tardó un año en recuperarse de la pérdida de los dos anteriores. Cuando los meses cambian sus números en tiempo de partir...
En algún país, un policía lo golpea en el hombro delicadamente con su macana. Él no despierta acostado sobre el piso mojado. El hombre uniformado y bien abrigado lo hace de nuevo intentando llamar su atención en un idioma que él apenas entiende. Una última vez y golpénadolo con el pie. Despierta. Apenas puede abrir los ojos y mirar hacia arriba. El clima es frío y apenas se percata de eso. Practicamente puede ver en cámara lenta el humo que sale de la boca del oficial para frente a él, hablándole fuertemente, tratando de expresarle que no puede estar ahí. Gira lentamente para quedar boca abajo. Con trabajo pone una mano sobre el suelo helado. Se empuja. Logra levantar el tronco y una pierna. La otra mano sobre su rodilla para impulsarse. Un fuerte suspiro y se pone de pie, derecho y frente al policía. Éste sólo lo mira y lo deja ir con un expresión de desdén; pero el joven, enates de dar la vuelta, puede ver en él esa mirada de lástima que un año atrás le cambió la vida.
Ve alejarse al oficial. Se queda ahí parado mirándolo unos minutos mientras se alejaba. Suspira de nuevo sintiendo un apretón en el pecho. Mete sus manos congeladas en los bolsillos de esa chaqueta que lo acompañó todo el tiempo. Se pone la capucha, pues aún llovizna. Y se va. Con la cabeza gacha, camina sabiendo esta vez a donde se dirige. Toma un tren más. Sabe que es por última vez y piensa en ella y en todo una vez más. Ahora sí mira cómo corre el pasta y las cosas por la ventanilla. Puede ver cosas que no se había detenido a admirar. Siente un poco de arrepentimiento por eso, pero ya no hay espacio para ese sentimiento. Luce mal. Como si años hubieran pasado. Siente un muy ligero momento de fortaleza. Intenta limpiarse un poco en el baño del aeropuerto. Compra un ticket de avión. El más próximo. Cuando las banderas cambian sus colores, el lenguaje lo sabe. Cuando los meses cambian sus números, es momento de ir a casa.
martes, 28 de agosto de 2012
sábado, 30 de junio de 2012
Lonely, Lonely
Un cuarto completamente vacío. Pisos nuevos de madera. Paredes blancas; tan blancas como si nunca un niño hubiera estado cerca. Un gran ventanal que permite el amplio paso de la luz. Ahí, en medio del vacío, hay una caja cerrada que contiene un montón de cosas inservibles. Sobre la caja, un hombre regordete y encorbado sentado, entre mirando a la nada y su atención hacia abajo. Lonely, lonely canta Feist una y otra vez en su cabeza. Él no ha contado el tiempo, pero ha estado ahí casi 7 horas.
Sostiene en sus manos un lapiz labial. Lo ha olido y jugado con él entre sus dedos con la mirada perdida por mucho tiempo. Es que es lo único que conservó de ella que ya no estará. El color lo hace sonreir pues puede ver en su memoria sus labios que eran jugosos y elegantes al mismo tiempo. El olor le recuerda a qué sabían sus besos, que nunca se dio cuenta, dejaron de ser apasionados. Recuerdos precisos de cómo lo sujetaba y suavemente lo deslizaba sobre su boca frente al espejo mientras él la mirba, esperándola. Conserva ese objeto atesorándolo y sabe ya lo que hará con él una vez que logre levantarse, pero aún no lo puede dejar ir.
Empieza a anochecer. La canción sige pasando una y otra vez. Y entonces, una última vez...
El baile de la boda
Las primeras flores
Millones de imágenes de ella desnuda
Otro millón de pleitos
Las copas de vino, wiskey, ron, con las risas y las pláticas interminables juntos
Sus manos
Su olor
Sus ojos de amor
"Te amo"
La penúltima Navidad
La noche en la nueva casa
El mar y ella
Los besos
El corazón rompiéndose
Él solo
Él solo
Él... solo...
Entonces logra recordar el último pedazo de la canción. De un lado a otro mueve la cabeza para tronar su cuello. Estira sus brazos hacia atrás. Un gran suspiro. Talla sus ojos. La primer lágirma sale y después de esa otras dos. Se levanta; pues tiene un camión lleno de pertencias que debe acomodar...
sábado, 10 de marzo de 2012
Es sólo una parte de la historia
Si lo hiciste lo suficientemente mal, al fin, logras quedarte solo. Y ella... ella como nunca pensaste que estaría...
Si lo hiciste lo suficientemente mal, ni siquiera lo intentarás; pero si es que al principio lo hiciste lo suficientemente bien, no te irás.
Y ese es el problema que los buenos libros y las ilusionistas películas nos provocó. Un romanticismo invencible. Y aunque lo digo como si así fuera en el mayor de los casos, no lo es. Y la verdad es que lo digo por mí y unos cuantos, que tal vez deberíamos dejarlo.
La canción con ritmo pegajoso suena... la letra es hermosa y anhelas tener una de esas historias. Es que la verdad tiene razón, porque la experiencia de la vida está en ellas. Y son los recuerdos que te van a perseguir: La canción que mejor bailaban; su suave voz al cantar con pena al manejar; la letra que los dejó encontrar su historia mejor descrita; la diversión... Pero esta vez, después de un montón de años, ya no lo puedes arreglar. Aún cuando sepas que parte de ella aún está ahí; En el pasado. CONTIGO.
Y es que quién puede evitar tener su etapa rebele sin sentido. Sin causa mayor. Tan sólo por la libertad de ser uno. Ese tú que no volverá a ser después de algún tiempo, si logras crecer.
Él lo hizo. Él la perdió. Ella le da un beso más y no entiende que eso sólo logrará mantenerlo aunque sólo quiera que se aleje. Tal vez pensó, "un beso más, por el amor que es para mí. Que fue". Tal vez no pensó nada y ese sería el problema. Pero como sea, él ya no la tiene. Él ya no está ahí en primero. Y como sea, él sigue queriendo ese lugar que alguien más ocupa hoy.
La historia no termina, porque su vida aún no termina.
Al día de hoy...
Él sigue ahí.
Dear...
Si lo hiciste lo suficientemente mal, ni siquiera lo intentarás; pero si es que al principio lo hiciste lo suficientemente bien, no te irás.
Y ese es el problema que los buenos libros y las ilusionistas películas nos provocó. Un romanticismo invencible. Y aunque lo digo como si así fuera en el mayor de los casos, no lo es. Y la verdad es que lo digo por mí y unos cuantos, que tal vez deberíamos dejarlo.
La canción con ritmo pegajoso suena... la letra es hermosa y anhelas tener una de esas historias. Es que la verdad tiene razón, porque la experiencia de la vida está en ellas. Y son los recuerdos que te van a perseguir: La canción que mejor bailaban; su suave voz al cantar con pena al manejar; la letra que los dejó encontrar su historia mejor descrita; la diversión... Pero esta vez, después de un montón de años, ya no lo puedes arreglar. Aún cuando sepas que parte de ella aún está ahí; En el pasado. CONTIGO.
Y es que quién puede evitar tener su etapa rebele sin sentido. Sin causa mayor. Tan sólo por la libertad de ser uno. Ese tú que no volverá a ser después de algún tiempo, si logras crecer.
Él lo hizo. Él la perdió. Ella le da un beso más y no entiende que eso sólo logrará mantenerlo aunque sólo quiera que se aleje. Tal vez pensó, "un beso más, por el amor que es para mí. Que fue". Tal vez no pensó nada y ese sería el problema. Pero como sea, él ya no la tiene. Él ya no está ahí en primero. Y como sea, él sigue queriendo ese lugar que alguien más ocupa hoy.
La historia no termina, porque su vida aún no termina.
Al día de hoy...
Él sigue ahí.
Dear...
viernes, 26 de agosto de 2011
La chica a mis espaldas
Me gusta la chica que se sienta a espaldas mías.
Me gusta esa mujer delgada con apariencia frágil, pero fuerte en su deseo
No pasa día sin pensarla y en cada uno de los besos que me dio
Ella baila con libertad y ríe con felicidad
Trabaja y liderea como si le fuera natural, pero aún hay más
Quiere con eso que llamamos corazón sin que el cuidado la detenga
Toma riesgo y de nuevo baila con libertad
Te mira a los ojos y te atrapa sin que si quiera quieras escapar
No me di cuenta aunque lo vi venir
Ella es ahora la chica que le gusta a mi complicado ser
Ella es ahora la que me mete en problemas con mi yo temeroso y aventurero
La mujer que conocí hace no mucho, es la que me hace desear
Desear la clásica motocicleta Harley, tomarla de la cintura y manejar sin parar
Me gusta la chica que es también mujer
Que es hermosa y divertida
Ella es la chica que te mira y te inspira. De la que quieres su corazón y luchas por él
FIN
Me gusta esa mujer delgada con apariencia frágil, pero fuerte en su deseo
No pasa día sin pensarla y en cada uno de los besos que me dio
Ella baila con libertad y ríe con felicidad
Trabaja y liderea como si le fuera natural, pero aún hay más
Quiere con eso que llamamos corazón sin que el cuidado la detenga
Toma riesgo y de nuevo baila con libertad
Te mira a los ojos y te atrapa sin que si quiera quieras escapar
No me di cuenta aunque lo vi venir
Ella es ahora la chica que le gusta a mi complicado ser
Ella es ahora la que me mete en problemas con mi yo temeroso y aventurero
La mujer que conocí hace no mucho, es la que me hace desear
Desear la clásica motocicleta Harley, tomarla de la cintura y manejar sin parar
Me gusta la chica que es también mujer
Que es hermosa y divertida
Ella es la chica que te mira y te inspira. De la que quieres su corazón y luchas por él
FIN
domingo, 3 de abril de 2011
Por Favor
Por favor nadie haga caso a la última mierda que escribí. Estaba ebrio, como probablemente ahorita vaya a terminar. Ese es el problema de estos espacios, que la gente escriba a lo estúpido como lo hice aquella ocasión y seguro otras más.
¿Por qué no lo borro? Recuerdos, son lo único que tengo.
miércoles, 9 de marzo de 2011
Hi Everyone
Hola a todos, soy yo otra vez.
Si, probablemente esté ebrio de nuevo. Lo importante es que a nadie le importe, supongo. Seguramente ese sería el problema. Pero no lo es, si tengo a ese alguien que como dicen, "is breathing on my neck". Y estuvo bien por un tiempo, hasta que ya no fue así. Y si me pusiera a contar las veces que ha sido así, caería en una depresión aún más profunda, así que por mi bien y principalmente por el de mi escritura, no profundizaré en ellos. Que aún así es una mierda.
Quién demonios escribe en estos blogs, así se les llama ¿cierto? BLOGS. Fuck me!
Así que supongo que lo único que tengo que decir es: ¿Cuál es el problema de la humanidad que se empeña en joder todo lo que crea?
Voto por verlo como que aún tengo la esperanza de algo mejor y no que me empeño en fastidiarme sólo para tener algo qué contarle a mis hijos que seguro también fastidiaré en alguna manera.
With my self distruction
Juan Pablo
sábado, 30 de octubre de 2010
Le quiero llamar, "Grandes Esperanzas"
Ante sus ojos a ella siempre la ilumina el sol. Hace brillar sus dientes al sonreír, con la cabeza ligeramente gacha. Para él, el foco siempre está por partes, captando los ligeros detalles que la hacen especial; porque cada vez que menciona la letra "o" en una palabra, sus boca forma un pequeño e irresistible túnel que lo provoca a besarla cada tres segundos.
Como en esas películas que te hacen sentir comprendido.
Si se trataba de hablar de ella y de los detalles de los que estaba formada, él estaba apuntado sin tener que hacer fila. Podían ser lo pedazos buenos o incluso lo desagradables. Él la quería en su vida a todo momento y esa era la forma más fácil de no extrañarla.
Tras pensar en ello ahora que ha pasado, siempre supo que debía pensar en el final. Es sólo que siempre se le dificultó escuchar esa parte de la "realidad" - El Final -. Por supuesto que en ese punto escuchó discos que estuvieron enterrados; miró películas como las anteriormente mencionadas; pasó por la obsesión y la podredumbre; cantó, no bailó; pensó de forma finita y también buscó una página en blanco para empezar...; y se tomó "esos" diecisiete minutos para esas diez cosas - que incluían confiar en sí mismo una vez más, y tener fe -. Tal vez hasta podría decirse que en algún momento logró disfrutar de todo eso...
Un día, por fin, camina por la calle, se sienta en un parque y bebe un café sin vodka esta vez. Sin embargo, no grandes esperanzas en la historia de él. Ella era la adecuada. Ella lo fue. Y ninguna otra lo será. Porque él también lo fue.
Tal vez en esta en particular, será suficiente que cuando le pregunten, responda:
"Me encuentro bien"
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