Escuchar: Goma - Still wake up in the morning thinking of you
He perdido todo lo que tenía en la vida. Cuando no tenía nada, y cuando lo tenía todo. He despertado a lado de alguien a quien quería y me importaba. He manejado por horas sin rumbo y llegado a alguna parte donde me sentí bienvenido. He compartido con mis mejores amigos para los que yo era tan importante como ellos para mí. Es importante, porque no siempre me tocó coincidir y que alguien sintiera lo que yo sentía por estar en un mismo lugar. Me tocó sentarme solo, justo al lado de nadie y de nada. Siempre necesitando algo más y pensando que estaba completo. Me he preguntado si cuando las cosas van bien son una ilusión o fue un buen acercamiento a lo que para mí sería la felicidad desde que descubrí qué es lo que a alguien como yo hace que dejes de desear algo más sin que esto fuera parecido a la depresión de la que tanto hablan en todas partes desde hace algunos años.
He perdido todo lo que tenía en la vida. Cuando no tenía nada, y cuando lo tenía todo. He despertado a lado de alguien a quien quería y me importaba. He manejado por horas sin rumbo y llegado a alguna parte donde me sentí bienvenido. He compartido con mis mejores amigos para los que yo era tan importante como ellos para mí. Es importante, porque no siempre me tocó coincidir y que alguien sintiera lo que yo sentía por estar en un mismo lugar. Me tocó sentarme solo, justo al lado de nadie y de nada. Siempre necesitando algo más y pensando que estaba completo. Me he preguntado si cuando las cosas van bien son una ilusión o fue un buen acercamiento a lo que para mí sería la felicidad desde que descubrí qué es lo que a alguien como yo hace que dejes de desear algo más sin que esto fuera parecido a la depresión de la que tanto hablan en todas partes desde hace algunos años.
Tuve la oportunidad
de cantarle a alguien y que saliera mejor de lo que esperaba. Aunque también me
tocó que fuera peor de lo que quería que fuera. Todo por estar dentro de su
vida o la vida de alguien. Me ha tocado ser apreciado, que alguien tenga ganas
de tomar mi mano por la simple necesidad de sentirme. Y esa ocasión en la que
regalé un oso de peluche sin que este fuera deseado, o por lo menos no viniendo
de mí, se sintió tan mal como ese mal que sentí proporcionalmente cuando me
quedé sin el amor que añoraba por años y me quedé sentado en una mañana soleada
sólo pensando en lo que se fue porque tenía que irse.
En un momento no era
ni tan feliz, ni tan triste como algunos me reconocían; tranquilo describiría
yo. Ca minando sentía que me estabas persiguiendo, tú o tal vez nadie. Aunque
completamente solo, extrañamente podía sentir que estabas ahí. Nunca me dejes.
Quédate siempre en mí. Lo había perdido todo completamente y aún me despertaba
siempre pensando en ti. Cada mañana pensando en ti. Me sonaba tonto porque aún
no existías prácticamente; y es que no existías en mi vida. Pero quiero
mantenerte cerca. Y no podía evitar que sonara tan cursi como todo eso que
llegué a odiar. Pero quería verte y tal vez manteniendo esa sensación así
sería.
Estás aquí. No sé
exactamente cómo o por qué. Dices que siempre habrá un lugar especial para mí
en tu corazón. Porque siempre habrá un lugar especial para ti en mi corazón. Y
por fin estoy aquí, donde esperaba estar, esta vez caminando junto a ti;
sentado a tu lado por la mañana y generalmente por la tarde. Nunca me dejes.
Quédate siempre en mí. El miedo de perderlo no se va, pero no es lo más
importante ahora; no para ti y no para mí. No te escribí y sé que existes y
eres tan real como lo que sí viví y como lo que viviste antes de mí en tu vida.
Antes de que ambos existiéramos.
Amigos. La vida.
Familia. Mi auto. El tuyo. Mi cama. Tus almohadas. Tu olor. Mis aventuras. Tus
ideas. El llanto. Tu risa y tu sonrisa. Tus pérdidas, más las mías. Tu destino.
El mío. Quédate cerca que no me moveré de aquí.